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La producción avícola refuerza los agronegocios en Brasil
Dilvo Grolli

La producción avícola es ya un factor que contribuye de manera importante a los agronegocios de Brasil y está destinada a desempeñar un papel todavía mayor en el futuro, dijo Dilvo Grolli, presidente de la cooperativa agropecuaria brasileña Coopavel.

Para que la industria avícola alcance todo su potencial de crecimiento en el sector de los agronegocios, será necesario que los productores hagan frente a desafíos significativos y echen mano de las tecnologías emergentes que ayudan a las aves a mantenerse saludables y con una producción eficiente, dijo.

Brasil ha tenido problemas durante la crisis económica que afecta actualmente al mundo pero ha sorteado la tormenta relativamente bien. Esto se debe en gran medida a su balanza comercial favorable y a su sano flujo de efectivo. En 2008, el sector agropecuario –con la avicultura como participante principal– inyectó más de 129 mil milliones de reales (R) a las arcas del país. “Si no hubiera sido por este influjo de capital” dijo Grolli, “es muy probable que el país hubiera sufrido un déficit comercial significativo”.

Otra razón de que le haya ido tan bien a la industria avícola de nuestro país, hizo notar, es la disponibilidad de ricas tierras de labor y la sólida cosecha de granos de calidad. Agregó que es difícil exagerar la importancia de la producción de granos porque va hombro con hombro con la producción avícola.

Se espera que la producción total de granos en 2010 repunte a 140 millones de toneladas métricas, con la soya y el maíz a la cabeza.

Aproximadamente tres cuartas partes de los granos de Brasil se producen en las regiones centro-occidental y sur del país. Sólo casi un 3% procede de la cuenca del Amazonas, ecológicamente sensible, dijo Grolli (véase la Figura 1).

Más del 70% de la cosecha total de maíz de Brasil es consumido por la producción avícola. Las proyecciones del cultivo este año parecen favorables, apuntando a los pronósticos. El amplio suministro de maíz ayudará a mantener bajos los precios de los alimentos balanceados, predijo.

Potencial para un crecimiento todavía mayor

Brasil ocupa el tercer lugar mundial en producción avícola, sólo detrás de China y Estados Unidos. Desde mediados de la década de 1990 la producción avícola del país se ha elevado dramáticamente, dejando muy atrás a las demás carnes. “La de ave ha ocupado la posición principal en la producción de carne”, dijo Grolli, con un crecimiento cercano al 225% desde 1994. En contraste, la producción de carne de cerdo ha crecido 133% y la de res 73%.

El potencial que este industrial ve para un crecimiento todavía mayor en la generación y consumo de productos avícolas tiene fundamento en una verdad central: cuesta significativamente menos por kilo producir pollo de engorde que cerdo o res. Más específicamente, agregó, la producción de un kilogramo de carne de pollo cuesta aproximadamente R1.55, en comparación con aproximadamente R2.20/Kg de carne de cerdo y R4.00/Kg de carne de res. Esto hace que la carne de pollo resulte muy económica para los consumidores que buscan estirar su presupuesto para comprar proteína. “La carne de ave es la carne del futuro”, subrayó.

No obstante, mientras que existen enormes oportunidades en el porvenir de los agronegocios brasileños, incluyendo a la avicultura, también se avecinan retos significativos, enfatizó el orador.

Las necesidades de biocombustible y energía están absorbiendo parte del abasto de granos y esto eleva el precio de las raciones avícolas. En algunas áreas se está sembrando caña de azúcar en vez de otros granos para contribuir a satisfacer los requerimientos de los biocombustibles.

Afortunadamente, el considerable tamaño de Brasil –aproximadamente 8.5 millones de kilómetros cuadrados– junto con su proximidad al Ecuador que favorece las cosechas y su abundante disponibilidad de mano de obra y tecnología, serán suficientes para satisfacer el suministro de biocombustibles y al mismo tiempo cubrir las necesidades alimentarias, dijo.

Otros retos para el crecimiento de la producción avícola incluyen la falta de subsidios gubernamentales para la actividad agropecuaria, la migración de gente sin propiedades lo cual puede afectar adversamente las operaciones del campo y la interferencia de organizaciones no gubernamentales y activistas internacionales. La industria avícola brasileña también se enfrenta a normatividad y políticas medioambientales, impuestos a la producción extremadamente elevados y un costo relativamente alto para transportar los productos al mercado, explicó.

Pese a lo anterior, nuestro empresario permanece optimista sobre los prospectos de crecimiento del sector agropecuario de Brasil, al señalar que se proyecta que la población mundial llegará a 7,700 millones en 2025 y a 9,000 millones a mitad del siglo.

“Nuestro país es el que tiene la mayor superficie de tierra disponible adecuada para las granjas y la agricultura, por lo que creo que Brasil desempeñará un papel de gran importancia en la alimentación del mundo”, concluyó.

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