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Qué hemos aprendido

El uso cada vez mayor de vacunas contra la coccidiosis en la última década, ha ayudado a mejorar el control de esta enfermedad en el pollo de engorde y, al mismo tiempo, ha brindado una serie de beneficios prácticos inesperados para los productores de pollos tanto convencionales como libres de fármacos.

“Parece que existe un consenso creciente de que estos productos son métodos establecidos de control y podemos depositar en ellos toda nuestra confianza”, dijo el Dr. Martin Shirley, director del Instituto de Salud Animal del Reino Unido. “Parece que las vacunas contra la coccidiosis son capaces de proteger contra todas las especies y cepas de coccidias y que en la industria no están surgiendo parásitos de este tipo que no se puedan controlar con vacunación”.

Los productores están tomando nota de ello. De 2000 a 2008, el uso de las vacunas contra la coccidiosis Coccivac-B (disponible en América Latina) y Paracox-5 (disponible en Brasil y Europa) se incrementó en 250%, de acuerdo con su fabricante Intervet/Schering-Plough Animal Health.

Punto coyuntural

El mejoramiento en la administración es una de las principales razones de la eficacia de la vacunación contra la coccidiosis.

En lugar de administrar la vacuna en el agua de bebida o por aspersión sobre el alimento, ahora cada vez más se aplica con un innovador equipo conocido como gabinete de aspersión SprayCox, desarrollado por Intervet/Schering-Plough Animal Health, explicó el Dr. Charlie Broussard, director de servicio técnico avícola de la empresa en EE.UU.

Esta innovación permite a los productores vacunar hasta 100 pollos de un día en un solo paso. Un colorante en la vacuna permite a los gerentes de las plantas de incubación supervisar la cobertura vacunal pero también estimula el picaje entre los pollos, lo que ayuda a asegurar la ingestión de los ooquistes vacunales vivos y esto estimula la inmunidad natural contra la coccidiosis, explicó.

“Después de realizar numerosos estudios, ahora también sabemos que los pollos vacunados con Coccivac-B o Paracox-5 tienen igual o mejor rendimiento que los tratados con anticoccidiales tradicionales en el alimento”, subrayó.

En la última edición de Poultry Coccidiosis: Diagnostic and Testing Procedures (Coccidiosis Aviar: Procedimientos de Diagnóstico y Prueba), los parasitólogos veterinarios Donal P. Conway y M. Elizabeth McKenzie dijeron que las vacunas contra la coccidiosis “proporcionan una alternativa muy práctica e importante ante el uso exclusivamente de fármacos anticoccidiales…”

Una amplia herramienta de manejo

Con el paso de los años, la vacunación contra la coccidiosis ha evolucionado de ser una manera relativamente sencilla y confiable de controlar la enfermedad, a una amplia herramienta de manejo con múltiples ventajas para los avicultores:

Restablecimiento de la sensibilidad a los anticoccidiales

Se ha demostrado que la rotación de las vacunas vivas contra la coccidiosis, como Coccivac-B o Paracox-5, en el programa de control de coccidiosis restablece la sensibilidad a los anticoccidiales, al resembrar los galpones con cepas de Eimeria que siguen siendo sensibles a estos fármacos. Esto se ha documentado en varios estudios.

“Con beneplácito hemos visto cómo la vacunación disminuye el número de aislamientos resistentes a los anticoccidiales [en parvadas convencionales] y parece que este efecto perdura durante varios ciclos de engorde”, indicó el Dr. Wil Landman del Servicio de Salud Animal de Deventer, Holanda.

El restablecimiento de la sensibilidad es un beneficio importante, hizo notar el Dr. Charles Hofacre, veterinario de aves y profesor de la Universidad de Georgia, EE.UU., porque en el futuro será cada vez más difícil obtener la aprobación de anticoccidiales para usarlos en la ración de los animales productores de alimentos para consumo humano. Dijo además que “el hecho de no tener el problema de la resistencia es algo fantástico para la industria”.

Control sustentable de la coccidiosis

En combinación con el buen manejo de las parvadas, la vacunación contra la coccidiosis se puede utilizar como método único de control de esta enfermedad para aumentar la seguridad alimentaria – importante beneficio para los productores que quieren satisfacer la creciente demanda de los consumidores de aves libres de fármacos, obteniendo así mejores precios por sus productos.

“Las vacunas contra la coccidiosis que existen hoy ofrecen la oportunidad de protección de las aves en la vida real, de suspender los fármacos de las dietas de las aves, obteniendo un rendimiento óptimo”, expresó el Dr. Robert Teeter, nutricionista de la Universidad Estatal de Oklahoma, EE.UU., quien ha realizado amplios estudios metabólicos y ha señalado con detalle los efectos de la coccidiosis sobre el crecimiento.

Sin preocupación por residuos

El Dr. Broussard señaló que cuando se utiliza la vacunación en vez de los anticoccidiales en la ración, los productores ya no tienen que utilizar dietas de retiro que no contengan este tipo de medicamentos, ni se tienen que preocupar por la presencia de sus residuos en la carne de las aves que producen.

“Las plantas de alimentos también obtienen ventajas, porque cuando se vacuna a las aves, ya no hay necesidad de limpiar las líneas de producción ni el equipo para prevenir el acarreo indeseable de anticoccidiales de una dieta a otra”, explicó.

Flexibilidad en la comercialización

La vacunación contra la coccidiosis brinda grandes ventajas para los avicultores, pues pueden realizar ventas parciales de sus parvadas, continuó el Dr. Broussard. Ésta es una práctica común en Europa a la que también recurren algunos productores norteamericanos: algunas aves, generalmente hembras, se llevan al mercado para dar más espacio a los machos, que ahora podrán crecer hasta alcanzar un mayor peso.

“Debido a que no se utiliza un alimento de retiro, los avicultores tienen la flexibilidad que necesitan para sacar al mercado aves más livianas o más pesadas, según lo exija la demanda. Ya no tienen que mantener aves medicadas y no medicadas por separado y esto les permite hacer un mejor uso de sus galpones o casetas”, agregó.

Beneficios indirectos para el control de enfermedades

La enteritis necrótica, enfermedad causada por Clostridium que se controla en las parvadas convencionales mediante antibióticos en la ración, es una amenaza aún mayor para las parvadas que se desarrollan sin medicamentos. Sin embargo, la experiencia de campo indica que el control efectivo de la coccidiosis junto con el buen manejo pueden ayudar a prevenir la enteritis necrótica al mantener el intestino sano, que es menos vulnerable al ataque de bacterias, reportó el Dr. Broussard.

Otro beneficio indirecto ha sido el mejor control de la dermatitis gangrenosa. La experiencia de campo y las pruebas realizadas sugieren que la coccidiosis tardía predispone a las aves al desarrollo de esta costosa enfermedad, reportó. La dermatitis tiende a presentarse en parvadas sometidas a programas duales con productos químicos y ionóforos o bien con ionóforos solamente, lo cual permite el desarrollo de algunos ciclos de coccidias. En contraste, las parvadas vacunadas al día de edad tienden a no presentar desarrollo de coccidias, presumiblemente porque desarrollan la inmunidad desde un principio, en vez de hacerlo tardíamente.

“La vacunación contra la coccidiosis, por sí sola, no es efectiva contra la dermatitis gangrenosa”, enfatizó el Dr. Broussard, “pero al prevenir los ciclos tardíos de coccidias, reduce la severidad del daño al epitelio intestinal que causan las coccidias o bien cambia el momento en que éste ocurre. Ésta podría ser una manera importante de prevenir o cuando menos reducir la prevalencia de dermatitis gangrenosa”, concluyó.

Enfoque sobre la nutrición

La vacunación contra la coccidiosis permite a los productores enfocarse a mejorar la nutrición de sus pollos.

En Fisher Feeds, Listowel, Ontario, Canadá, que produce alimento sin fármacos para la compañía Bert Fisher Farms y para sus aparceros, su presidente el Dr. Rae Fischer (CEO), dijo que “con los antibióticos las aves pueden sufrir agresiones y de todas maneras no desarrollar un problema visible, mientras que al producirlas sin fármacos nos vemos obligados a eliminar todos los factores de estrés contra los cuales nos podrían proteger los antibióticos”.1

Recomienda que los productores que vacunan a sus aves contra la coccidiosis se enfoquen hacia la nutrición durante los primeros 7 días de vida de las aves, que son críticos para el desarrollo de la inmunidad. Esto es extremadamente importante en la producción libre de antibióticos. “Se debe llevar este proceso de pensamiento un poco más allá, extendiéndolo durante toda la vida de las aves y haciendo absolutamente todo lo posible para minimizar cualquier agresión que puedan sufrir”, agregó.

La importancia de una buena nutrición y del desarrollo de la inmunidad temprana se ha confirmado mediante la investigación. Los estudios metabólicos del Dr. Teeter demuestran que cuando los pollos de engorde desarrollan inmunidad durante las primeras etapas de su vida, como ocurre con la vacunación contra la coccidiosis, se reduce el costo para los productores porque la enfermedad tiene un menor impacto general sobre la utilización de la energía en las aves. Por el contrario, cuando los pollos desarrollan la inmunidad contra la coccidiosis durante etapas posteriores de su vida, el impacto sobre la utilización de la energía es mayor y también aumenta el costo, porque ya en ese momento las aves comen y crecen a su máxima capacidad.

“Actualmente, los avicultores pueden escoger cómo y cuándo desarrollar la inmunidad contra la coccidiosis en sus aves. Esto es crítico porque las aves consumen aproximadamente el 50% de su alimento durante las últimas dos semanas y, para que utilicen la ración con efectividad, necesitan tener el intestino sano”, subrayó.

Manejo cuidadoso

Aun cuando la vacunación contra la coccidiosis ha madurado hasta convertirse en un método de control fácil y confiable, la experiencia le ha enseñado a los productores que, para obtener buenos resultados, tienen que administrar la vacuna correctamente, prestando atención al manejo.

“Administrar adecuadamente estas vacunas mientras aún estén frescas. Para obtener resultados óptimos ajustar el manejo según sea necesario. Por ejemplo, hemos observado que el hecho de mantener a los pollos calientes después de la aspersión y exponerlos durante 5 a 6 minutos a una luz brillante promueve el picaje y la administración uniforme de la vacuna", dijo el Dr. Broussard.

Una vez en la granja, el nivel de humedad de la cama de los pollos debe ser de 15% a 30%. La densidad de población debe ser razonable porque si es demasiado alta se pueden presentar problemas de cama húmeda, aumentando la concentración de ooquistes, advirtió el Dr. Broussard.

“Al combinar la vacunación contra la coccidiosis con una buena nutrición temprana y algunos sencillos cambios de manejo, podemos lograr excelentes resultados con las parvadas de pollo de engorde”, expresó.

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